miércoles, mayo 30, 2007

Cita que no excita

- ¿Cómo te fue ayer en tu cita a ciegas?

- Ni me hagas hablar…

- ¿Tan mala? ¿Qué pasó?

- Cuando derramó la copa de vino tinto encima de mi camisa nueva, porque su ojo de vidrio le causa problemas con la profundidad de los objetos, dije “le puede pasar a cualquiera”.

Cuando se limpió la boca, se le prendió la servilleta en la ortodoncia y la tuvo que podar con el cuchillo, dije “es lo que hay”.

Cuando estornudó sin taparse su exuberante nariz y depositó medio kilo de flema en mi rostro, dije “estas cosas pasan”.

Cuando me quiso rozar de forma erótica por debajo de la mesa y se le zafó su pierna ortopédica, dije “no hay problema”.

Cuando despidió una flatulencia tan estridente, olorosa y densa que se vació el restaurante, dije “es culpa de la comida”.

Cuando volvió del baño con un trozo de papel higiénico, equivalente a medio rollo, prendiendo de su parte posterior, dije “¿a quién no le pasó?”.

Pero cuando se quitó el saco y vi que tenía un lunar en el hombro izquierdo, me levanté y me fui.

miércoles, mayo 02, 2007

Adicto a la agenda

- Hola, mi nombre es Juan y soy adicto a mi agenda.

- ¡Hola Juan! – contestaron los integrantes del grupo AA (agendadores anónimos)

- Cuentanos tu historia – dijo uno de ellos.

- Todo comenzó a principios de este año; decidí estar más organizado con mis tareas, por lo que me compré una agenda.

Por Enero era todo normal, anotaba algunos cumpleaños, idas al dentista y partidos de fútbol 5 con mis amigos.

En Febrero pasé a registrar además, idas al baño para higienización y necesidades fisiológicas. De esa forma tenía:

9:00 – Cambiar el agua de las aceitunas

9:10 – Bañarse

9:30 – Lavarse los dientes

13:00 – Lavarse los dientes

14:00 – Liberar a Willy

18:00 – Lavarse los dientes

22:00 – Lavarse los dientes

Al comenzar el mes de Marzo incluí el sexo, por lo que le pedí a mi novia que registrara los días en los cuales quería hacer uso de mi cuerpo, así como también la posición que quería probar. De más está decir que mi media naranja encontró esta modalidad de intercambio de fluidos, un poco rutinaria y me dejó. Me di cuenta que había cortado la relación conmigo, cuando vi en mi agenda “hacerse la del mono” anotado todos los días a las 23:00.

Sin novia comencé el mes de Marzo, decidido a hacer más actividades y no sumergirme en la depresión. Asi fue como empecé a registrar idas al cine, carreras de kart, salidas a Ciudad Vieja y pubs con mujeres de poca ropa y mucho espíritu.

Para el mes de Abril ya estaba cansado del vacío en mi interior, por lo cuál decidí buscarme otra novia. Fue así que conocí a Andrea. Nuestra relación era cada vez más fuerte y a ella no le molestaba mi compulsión de anotar en mi agenda cada evento que vivíamos juntos; es más, lo consideraba romántico. Ella me dejó antes de Mayo y nunca me volvió a dirigir la palabra. Creo que su decisión fue influenciada por encontrar en mi agenda la fecha en la que yo había registrado que me iba a entregar el marrón. Nunca lo sabré…

En Mayo toqué fondo. Dos relaciones fallidas y una creciente manía de registrar cada momento de mi existencia en la agenda, hicieron que tomara la decisión de terminar con mi vida. Hubiera tenido éxito, a no ser porque mi madre encontró una anotación en mi agenda con la fecha y hora en la que pensaba suicidarme (metiendo una tostadora en la bañera) y cortó la electricidad.

Terminar abrazado de un electrodoméstico en la bañera a oscuras y blasfemando, hizo que decidiera buscar ayuda. Así fue que llegué aquí hoy.

Estoy orgulloso de decir que en el día de hoy, se cumplen 7 días sin hacer una anotación en mi agenda. Excepto que agendé esta reunión… ¡Mierda!