Reflexiones de una mente trastornada (parte III)
Algodón Azucarado
El algodón azucarado fue una de las decepciones más grandes que sufrí en mi vida. Cuando era niño, nunca perdía la oportunidad de deleitarme con esta golosina celestial y cuando crecí, lograba conectarme con el niño en mi interior en cada suave y pegajoso bocado. ¿Qué gran secreto habrá en la receta de este manjar? Me preguntaba. ¿Será preparado con trozos de nubes, arco iris, navidad, ositos cariñosos, unicornios y azúcar?
Nunca olvidaré el día en que mi hermana menor recibió como regalo de cumpleaños una pequeña máquina que prometía crear algodón azucarado. No podía creerlo. El gran misterio estaba por revelarse. Abrimos la caja y leímos las instrucciones: Ponga azúcar, tome un palito y gírelo alrededor. “Debe ser una broma” pensé. Lamentablemente no lo era. El algodón azucarado solo contiene un ingrediente: azúcar. El algodón azucarado no es nada más que azúcar con forma de algodón. No hay casi diferencia con abrir un paquete de azúcar y vaciar su contenido en la boca. Es todo una ilusión. Es peor que la matrix.
Ese día perdí mi inocencia y me volví un hombre. Estoy casi seguro que también me volví diabético por la misma razón…
Relato, después existo
Este postulado es muy sencillo y lo voy a elaborar a continuación. Si un hombre no relata una aventura amorosa con el sexo opuesto, a uno o más amigos cercanos, en un plazo de una semana (el plazo varía según el país y/o religión), entonces la misma no existió. Uno puede haber tenido sexo con Angelina Jolie (entre la adopción de un niño Africano y el siguiente), pero si no se lo cuenta a sus mejores amigos en menos de una semana, entonces el evento no tuvo lugar; incluso el recuerdo será borrado de la mente de la persona como si Will Smith le hubiese apuntado con el dildo-borra-memoria-con-flash que utilizó en “Men in Black”. Por siglos los hombres han utilizado esta técnica para olvidarse de encuentros apasionados con muchachas pasadas de postres.
Cortos
Grandes fracasos de la humanidad: esperanto y horario de protección al menor.
Sarcasmo = Orgasmo del cerebro.
Todo abre fácil hace la apertura del producto más complicada que cuando la persona lo abría por donde le diera la gana.
Si mi aire acondicionado llena una botella de agua de
