Tragedia en Curro Systems

- ¡¿Cómo que no terminaste la estimación que te pedí?! ¡Sos un inútil! – gritó Daniel López, gerente de proyectos en Curro Systems

¡Bang! ¡Bang! Dos tiros certeros a quemaropa terminan la vida del gerente de 37 años de edad.

Juan, inmóvil en su diminuto cubículo, pero con una sonrisa diabólica, sostiene el revólver que acaba de matar a su jefe; el cáos invade la oficina mientras algunos empleados corren y otros llaman a la policía.

- ¿Qué hiciste animal? – exclama Julieta, la secretaria de Daniel, conocida en la oficina por sus chistes malos.

¡Bang! Un tiro certero a la cabeza de Julieta termina con su protesta. Juan pensó: “por lo menos ya no va a contar más de esos chistes horribles” y se rió de su propia ocurrencia de humor negro. No fue una carcajada, fue una risa tan siniestra que quedaría grabada por mucho tiempo en la memoria de todos los que la escucharon.

Juan camina tranquilamente hacia la cocina de la empresa; eran las 10 de la mañana y tenía que preparar su café al igual que todos los días a esa hora; ni siquiera los eventos recientemente ocurridos iban a interrumpir un ritual que seguía hace más de 5 años. La rutina puede ser una fuerza más peligrosa que una bomba nuclear. Observó unos minutos la cartelera de avisos, dónde los empleados colocan noticias de interés, apuntó el revólver a su sien y puso su dedo en el gatillo.

- ¡¿Cómo que no terminaste la estimación que te pedí?! ¡Sos un inútil! – gritó Daniel López, gerente de proyectos en Curro Systems

- Disculpe Sr. López, pero tengo que terminar el desarrollo de la aplicación para registro de tarjetas y no he tenido tiempo – Contestó Juan

- ¡Siempre con excusas! ¡Quiero esa estimación en mi escritorio para el final del día! – Amenazó Daniel

- Si señor – Contestó Juan, con la mirada al piso, resignada.